Cómo tener éxito y alcanzar de una vez tus propósitos

¿Cómo marco mis objetivos?

Durante mucho tiempo estuve convencida de que incluso la formulación verbal de objetivos aumentaría la probabilidad de alcanzarlos. También utilicé este enfoque para objetivos privados y otros profesionales hasta que encontré un interesante estudio de la psicóloga Dra. Gail Matthews: The Impact of Commitment, Accountability, and Written Goals on Goal Achievement. Mediante el cual descubrió la influencia positiva que tiene el hecho de escribir los objetivos y reflexionar sobre ellos..

Para el estudio, el Dr. Matthews seleccionó a 267 participantes de entre 23 y 72 años de distintos orígenes sociales y culturales. 149 participantes completaron el estudio. Los sujetos perseguían objetivos profesionales y personales muy diversos: Aumentar los ingresos, aprender una nueva habilidad, vender una casa y mucho más.

Se pidió a los participantes que dijeran lo que querían conseguir en cuatro semanas y que calificaran estos objetivos según su dificultad e importancia, así como según sus propios requisitos y motivación. Para ello, se dividieron en cinco grupos. Al Grupo 1 sólo se le pidió que formulara sus objetivos verbalmente: De este grupo, el 43 % de los participantes logró su objetivo. A los grupos 2 a 4 se les pidió que escribieran sus objetivos y, en algunos casos, medidas concretas. Más de la mitad de estos grupos, el 60%, alcanzaron sus objetivos. Al grupo 5 se le pidió que escribiera sus objetivos, anotara medidas concretas para alcanzarlos y enviara un informe semanal de sus progresos a una persona conocida. De este grupo, un increíble 76 % de los participantes logró su objetivo.

Este estudio sugiere que escribir los objetivos aumenta enormemente la posibilidad de alcanzarlos. El éxito aumenta cuando los progresos se comunican regularmente a otra persona. Formular y escribir con precisión los objetivos ayuda a la mente a comprender lo que se quiere conseguir.

Esta estrategia no sólo ha mejorado mi forma de estudiar, sino que también ha logrado éxitos claramente visibles y audibles con mis alumnos, ya sea en la preparación de un concierto o una competición o en el progreso general del aprendizaje.

¿Cómo se formulan los objetivos?

Los objetivos de aprendizaje son muy individuales y pueden formularse de forma independiente o con un profesor. Los objetivos de aprendizaje deben…

• tener una motivación clara.
• estar claramente definidos.
• ser realistas.
• estar definidos en el tiempo. Con una fecha de inicio y finalización.
• tener progresos cuantificables.

Para grandes objetivos musicales, es aconsejable dividirlos en pasos de aprendizaje más pequeños y planificarlos. De este modo, los objetivos complejos se convierten rápidamente en metas claras y fácilmente alcanzables. Además, al estudiar y cumplir estas pequeñas metas, tendríamos la motivación del éxito en fases cortas.

Cuando practicamos, es fácil que nos centremos siempre en lo mismo y que pasemos por alto importantes componentes musicales. Los objetivos de estudio específicos aportan variedad a la práctica de la semana, hacen visibles los progresos y ayudan a centrar la atención en los elementos importantes. Los posibles pequeños objetivos para una nueva obra pueden ser:

• Escuchar la obra.
• Aprender las notas, el texto y la entonación.
• Consolidar el ritmo y el tempo.
• Mejorar el sonido y la postura.
• Destacar la dinámica y la articulación.
• Establecer la respiración, forma y fraseo.
• Entender el carácter de la obra

Cumplir los propósitos musicales

¿Qué nos motiva para aprender?

Entonces, ¿cómo conseguimos mantener estos objetivos y propósitos en nuestro aprendizaje? La motivación procede principalmente del interior y empieza en la cabeza. Se enciende por el deseo y el anhelo de algo. La motivación interna está presente cuando algo se hace por pura alegría, cuando satisface y sienta bien. Para ello, necesitamos objetivos musicales realistas que podamos alcanzar con el instrumento en un futuro cercano. También ayuda saber para qué estamos practicando, por ejemplo, ejercicios de técnica difíciles.

La frustración aparece cuando sentimos que no alcanzamos nuestro objetivo: ¿Qué puedo hacer? El autoanálisis (por ejemplo, grabarse a uno mismo o tocar con un metrónomo) puede ayudar a poner de manifiesto las dificultades con el instrumento y a encontrar la forma concreta de superarlas.

Convertir la práctica en un hábito

¿No te motiva estudiar? Esto también les ocurre a los músicos profesionales. A veces tenemos que levantarnos y empezar. Empieza a practicar, aunque sólo sea durante cinco o diez minutos. Márcate un plazo breve, de modo que estés seguro de que puedas hacerlo. A menudo acabamos practicando más tiempo porque lo disfrutamos.

¿Cómo podemos crear hábitos que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos? No pienses en si practicas o no, sino en cuándo. Esta es una buena forma de engañarse a uno mismo. Así que el primer paso es determinar:

Haré [CONTENIDO] a las [HORA] en [LUGAR].

Otras medidas:

1. Haz invisibles las distracciones Es más fácil evitar las tentaciones que resistirse a ellas.
2. Cuanto más atractiva sea una actividad, más fácil será que se convierta en un hábito. Por ejemplo, empieza o termina el tiempo de práctica con tu pieza favorita.
3. Ritual de motivación: Haz algo que te guste justo antes de una actividad difícil.
4. Control mental: En vez de „Tengo que“ piensa: „Puedo“.
5. La clave está en la constancia, no en la perfección.
6. Al principio, se necesita una razón para seguir. Los motivos pueden ser: tocar en una orquesta o banda, aprender una pieza famosa o preparar un concierto sorpresa para una persona importante.
7. Sigue la práctica: Un diario de práctica en el que anotes cuándo y qué has practicado puede ayudarte a no perder la perspectiva.
8. También puedes compartir regularmente tus progresos con un compañero.
9. Ten en cuenta también, que es mejor hacer menos de lo que esperabas que no hacer nada.

Cuando recibimos una señal de que estamos avanzando, nos sentimos más motivados para seguir por ese camino. Sienta bien ver cómo crecen los resultados. Nos mantenemos motivados cuando las dificultades musicales siguen siendo manejables. Nos encantan los retos, pero sólo en una zona de dificultad óptima. Por eso es importante que nos fijemos objetivos musicalmente realistas que podamos alcanzar.

¿Qué debemos tener en cuenta también en nuestra práctica?

1. El lugar apropiado: donde nos sintamos cómodos y no nos molesten.
2. Un horario fijo: No esperes a tener tiempo libre. Programa la hora de estudiar a un hora fija que se ajuste a tu rutina diaria. De lo contrario, ¡siempre surgirán excusas!
3. Entorno musical: tocar en compañía siempre ayuda a la motivación.
4. Limpieza del estudio: Reflexiona sobre la práctica y ajústala en caso de ser necesario.
5. Concentración, actitud interior.
6. ¡Confía en ti mismo!

Consejos para el estudio

1. Piensa qué pasajes hay que trabajar y cuáles son los más importantes esta semana.
2. Haz una breve grabación de audio o vídeo de una sesión de estudio, escúchala y evalúa si la idea que tienes en la cabeza ya es audible en la vida real.
3. Practicar con variaciones: ¡la creatividad da sus frutos!
4. Trabaja con un cronómetro durante unos minutos concentrándote sólo en un pasaje, movimiento, etc.
5. Mantén limpia la partitura y anota las digitaciones, las marcas de respiración y los golpes de arco para que sean reconocibles de un vistazo.
6. Simplifica los pasajes técnicamente exigentes al practicar: por ejemplo, presta atención sólo a las notas sin ritmo, toca una figura rítmica sólo con una nota, etc.
7. Si te resulta difícil pensar en una pieza nueva: escucha la pieza musical en diferentes interpretaciones y conoce otras obras del compositor. Una vez que conozcas bien la pieza, podrás tocarla en casa con un playalong.

Espero que disfrutes cantando o tocando tu instrumento. Es un regalo poder vivir la música, sentirla, hacer música en compañía y descubrir siempre algo nuevo. Disfruta probando cosas y sigue así. Aunque pierdas el ritmo, no tienes que esperar hasta el próximo día de Año Nuevo. Puedes volver a empezar inmediatamente para cumplir tus propósitos musicales. Mientras lo disfrutes, aunque a veces cueste un poco de esfuerzo, merecerá la pena seguir adelante.