War Requiem de Benjamin Britten – Partituras

“Mi tema es la guerra y el arrepentimiento de la guerra. La poesía está en el arrepentimiento.... Todo lo que un poeta puede hacer hoy es advertir” Wilfried Owen

Estas son las inquietantes palabras de la portada de la obra maestra de Benjamin Britten, el “Réquiem de guerra”. Mientras que muchos compositores desean llevar la paz a los familiares en duelo y hacer descansar las almas de los difuntos con sus Requiems, Britten, que era objetor de conciencia, eligió denunciar la barbarie y el sinsentido de la guerra y pedir el fin de todo conflicto violento. Navega por nuestras partituras y descubre todas las ediciones de esta obra fundamental hoy mismo.

Réquiem de Guerra – El encuentro entre la poesía y la liturgia

La escena

El lugar de la primera representación del Réquiem de guerra fue la catedral de Coventry. La catedral fue destruida en un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial en 1940. Cuando el comité de la catedral decidió reconstruir este magnífico edificio, Benjamin Britten fue el único compositor considerado para el encargo de la música.

La comisión

El propio Britten estaba en América cuando la catedral de Coventry fue destruida. Su pacifismo fue alentado desde joven por su amigo y mentor Frank Bridge. A su regreso a Inglaterra, en 1942, consiguió ante un tribunal ser inscrito en el registro oficial de objetores de conciencia.

Cuando se le encargó la composición de la obra dedicatoria para la catedral en 1958, ya había trabajado con textos del poeta inglés Wilfred Owen para su ciclo de canciones Nocturne op. 60. Owen murió en Francia en 1918, una semana antes del final de la Primera Guerra Mundial. Esto dio a Britten la idea de entrelazar el texto latino con la poesía antibélica de Wilfred Owen.

El reparto

El Réquiem de Guerra consta del texto tradicional en latín y de nueve poemas en inglés. Es una obra para soprano, tenor y barítono solistas, gran orquesta, orquesta de cámara, coro, coro de niños y órgano. Este reparto se divide en tres unidades: La soprano solista canta el texto en latín, acompañada por el coro y la orquesta completa; los solistas tenor y barítono cantan el texto en inglés de Wilfred Owen, acompañados por la orquesta de cámara. El coro de niños canta el texto en latín, acompañado por el órgano. Sólo al final del último movimiento se unen las tres unidades.

El estreno

La primera representación tuvo lugar el 30 de mayo de 1962. La soprano rusa Galina Vishnevskaya iba a cantar el estreno, pero debido a las tensiones internacionales la Unión Soviética no le permitió viajar a Coventry. La soprano Heather Harper intervino con diez días de antelación, Peter Piers cantó como tenor y Dietrich Fischer-Dieskau como barítono. Britten tenía la intención de dirigir, pero desgraciadamente sufrió un dolor en el hombro, por lo que Meredith Davies le sustituyó. Como no quería perderse este monumental acontecimiento, Britten decidió dirigir al grupo de tenor, barítono y orquesta de cámara, estableciendo inadvertidamente una tradición de dos directores.

A petición de Britten, no hubo aplausos al final del estreno. La obra tuvo un gran éxito y sigue siendo una de las más importantes ambientaciones de Réquiem hasta el día de hoy.

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