Aunque los estilos musicales de Cerha y Bacharach puedan parecer muy diferentes a primera vista, ambos compositores eran vanguardistas a su manera. Sus obras muestran el amplio abanico de la expresión musical. Un alegato a favor de la diversidad y en contra de la categorización de la música.
En la "semana de los Grammy", el 8 de febrero, el mundo perdió a un icono de la historia del pop y de la composición de canciones: Burt Bacharach, conocido por canciones imperecederas como Raindrops Keep Fallin' On My Head. Pocos días después, el día de San Valentín, el compositor austriaco Friedrich Cerha, considerado uno de los más importantes compositores contemporáneos y que, además de completar la Óper Lulu de Alban Berg se ganó su lugar en la historia de la música con más óperas y obras orquestales.
Burt Bacharach nació en 1928 en Kansas City, Missouri, hijo de un periodista y una profesora de música. El propio Bacharach calificó Daphnis et Chloé, de Maurice Ravel, como formativa y no conocía el miedo a los diferentes estilos. Además de su entusiasmo por el jazz y la bossa nova, estudió composición clásica. Sus estudios le llevaron a Montreal, Nueva York y Montecito (California). Entre sus maestros se encontraban el estadounidense Henry Cowell, el compositor checo Bohuslav Martinů y el francésDarius Milhaud. Bacharach describió a este último como su mayor mentor. Muchos de los otros alumnos de Milhaud componían al estilo de la música disonante dodecafónica que estaba de moda en la época, por lo que Bacharach casi se avergonzaba de la parte melódica en su composición. Milhaud le dijo: "Nunca te avergüences de escribir algo melódico que la gente pueda recordar y silbar.”
Éste fue exactamente el consejo que puso en práctica. Los éxitos de Bacharach, y fueron muchos con 73 éxitos en el Top 40 estadounidense, son sin duda melodías pegadizas. Las diversas influencias estilísticas dieron lugar a temas imperecederos como I Say A Little Prayer, Raindrops Keep Fallin' On My Head y su composición favorita Alfie. Sus canciones de amor, de sonido suave, han sido encasilladas por algunos críticos como "easy listening", algo impopular entre los compositores, pero el arte de Bacharach consistía precisamente en hacer que canciones de elaborada composición sonaran fáciles y pegadizas.
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Ver contenido de YouTubeFriedrich Cerha, por su parte, se apasionó completamente por la vanguardia y se aventuró a completar la ópera Lulu de Alban Berg, una de las composiciones dodecafónicas más importantes. Cerha, que nació en Viena en 1926, también desempeñó un papel importante en el desarrollo de la música contemporánea. Sus obras se caracterizan por una estructura compleja, una instrumentación inusual y una preferencia por las técnicas experimentales.
Consideraba las técnicas dodecafónicas, seriales o los "cuadrados mágicos", sólo como ayudas para materializar sus propias ideas sonoras, como en los años sesenta con la obra orquestal en siete partes Spiegel o Mouvements para orquesta de cámara. Más tarde celebró el éxito con la ópera de Bertolt Brecht Baal. También demostró que los compositores de música "seria" también tienen humor con las composiciones cortas para piano 21 naseweise Notizen, con títulos humorísticos y la ópera cómica Tío Presidente, que no se estrenó hasta 2013.
Además, enseñó composición, notación e interpretación de música nueva en la Universidad de Música de Viena durante casi 30 años. Cerha compuso hasta una edad avanzada y siguió interesándose por la actualidad musical. En 2009 se dio a conocer a un público más joven con el estreno del Concierto para Percusión y Orquesta, que había escrito para el percusionista austriaco Martin Grubinger, que entonces tenía sólo 26 años.
Si desea saber más sobre la extensa obra de Friedrich Cerha, puede encontrar más información en esta excelente plataforma Cerha-Online.com.
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Ver contenido de YouTubeSi la música de Burt Bacharach se considera "easy listening", ¿se consideran entonces las composiciones de Friedrich Cerha "hard listening"? Uno optó desde el principio por melodías pegadizas que inspiran a la gente y la invitan a bailar y cantar con ellas, el otro profundizó en los experimentos para llevar la música clásica más allá de la música de doce tonos y alcanzar nuevas dimensiones.
Mientras que la música de Bacharach, que sin duda puede dejarse sonando de fondo, pondría a la mayoría de la gente en un estado de ánimo relajado y feliz, la música de Cerha, en la que se gana más escuchando atentamente, podría provocar dolores de cabeza y malestar a los oyentes "no entrenados".
En el siglo XX, la música pop se consideraba despectivamente fácil de escuchar y sin valor; por el contrario, la "música clásica seria" se valoraba como sofisticada y seria. Pero también esto es visto críticamente por algunos, incluso en el mundo clásico. No todos los compositores de música clásica se identifican con las tendencias de la "música seria contemporánea", sino que basan su estilo compositivo en puntos de partida tonales probados, como la joven compositora Alma Deutscher, ferviente defensora de la música clásica melodiosa y original. También ha incorporado su claro punto de vista al respecto en su última ópera: ‚En [mi] ópera hay una alegre sátira del mundo sin ton ni son de la música clásica moderna atonal. Ese pretencioso mundo de la música que sólo la gente inteligente puede entender y que al resto nos suena a ruido.‘
Pero, ¿es importante situar una música por encima de otra? ¿No deberíamos estar agradecidos por la diversidad de la expresión musical? El principal problema parece ser el intento de evaluar la música, de clasificarla y de encasillar estilos musicales enteros en casilleros que despiertan determinadas asociaciones. Porque incluso dentro de los estilos hay una enorme gama y variedad. Quizá habría que tomárselo como el compositor estilísticamente versátil Kurt Weill: „No hay diferencia entre pop y música culta, entre entretenimiento y música seria, sino sólo entre buena y mala música“ Pero incluso lo que es "buena" o "mala" música sigue dependiendo del gusto individual de cada oyente.
„El término "música seria" es un (mal) término para describir ciertos tipos de música. Por supuesto, hay música seria entretenida e incluso música ligera "seria". La partitura de una película de terror, por ejemplo, desde luego no quiere ser "entretenida".“, sino transmitir una sensación de amenaza. Mozart o Haydn se habrían sorprendido mucho si su música hubiera sido calificada de "no entretenida", se habrían sentido ofendidos. Así que por supuesto que la música seria puede "entretener".“
Una cosa es cierta: Friedrich Cerha y Burt Bacharach fueron dos compositores excepcionales que dejaron una huella imborrable en el mundo de la música y que inspirarán e influirán a generaciones de músicos y melómanos más allá de su muerte. Sus composiciones demuestran lo diversa que puede ser la música y la experiencia musical.
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