Multiinstrumentalismo

Por qué es inteligente tener una amplia base instrumental

por Jan Limpert (11.09.2020)

Las estrellas del pop, desde Paul McCartney a Dave Grohl, son conocidas por saber tocar distintos instrumentos, y eso es bueno, dice Jan Limpert. Lee aquí su alegato a favor del multiinstrumentalismo, en el que habla de las muchas ventajas de un segundo o tercer instrumento junto a músicos experimentados.

Ventajas

Para nombres tan grandes, era y es sin duda sensato contar con una amplia base instrumental: Ahorra recursos, ya que hay que pagar menos o ningún músico de estudio por las grabaciones, y también preserva el egoísmo creativo, o la visión personal, ya que no se necesita una banda para realizar las propias ideas y concepciones en el estudio: se evita cualquier influencia externa y la música puede realizarse según los propios deseos. Además, se refuerza, por así decirlo, la imagen del músico de talento y pies ligeros que consigue mucho más que la competencia y se adentra así en otra dimensión de la creación musical.

Más que un espectáculo

Pero pasemos ahora del esbozo histórico y los grandes nombres al presente y a la mayoría de los músicos en activo, los que no son estrellas, es decir, los músicos aficionados y profesionales, los estudiantes y los profesores. En su mundo, los segundos y terceros instrumentos desempeñan un papel igualmente importante. Para los que quieren estudiar algo práctico con la música, un instrumento rara vez es suficiente para poner en práctica sus planes educativos. Los segundos y terceros instrumentos son una parte establecida de la mayoría de las ramas de la educación e incluso un requisito básico para diversas profesiones, sabe Tobias Usbeck, profesor de Piano Práctico en la Hochschule für Musik Würzburg:

„Si quieres estudiar música, normalmente tienes que aprender piano además de tu instrumento principal. En la formación de profesores se suele añadir un tercer instrumento. Además, la voz desempeña un papel importante como instrumento principal. En los estudios instrumentales o vocales, sin embargo, la especialización sólo suele tener lugar en el instrumento principal. Una de las principales razones de ello es probablemente la cantidad de tiempo que hay que invertir para adquirir una gran destreza técnica. Por lo tanto, si se divide el tiempo de práctica disponible, en la mayoría de los casos no se puede alcanzar el mismo nivel.“

Encontrar fases

Si tocas varios instrumentos, tienes que establecer prioridades, porque mejorar tus propias habilidades lleva tiempo en cada instrumento musical. Por tanto, querer dominar todos los instrumentos a la perfección es una utopía. Susi Lotter, una estudiante de bajo de 20 años, se dio cuenta muy pronto:

„Probé muchos instrumentos, trompeta, piano, bajo, y al principio me gustaba mucho, pero enseguida me frustró. Podía tocar muchos instrumentos diferentes, pero no podía realizar las ideas que tenía en la cabeza en ninguno de ellos. Entonces me matriculé en la Hochschule für Musik de Múnich, también para tocar el contrabajo, aunque no lo tocaba tan intensamente como la trompeta. Me sorprendió que me aceptaran. El hecho de que ahora haya encontrado exactamente mi instrumento y mi curso de estudio con mis estudios artísticos de bajo eléctrico es gracias a que probé tantas cosas de antemano.“

Panorama general

Probar varios instrumentos no sólo ayuda a encontrar el favorito, sino que favorece la comprensión global de la música, afirma el profesor Usbeck:

„Para mí, la ventaja de aprender varios instrumentos es, por un lado, la transferibilidad -lo que se aprende sobre música cuando se aprende un instrumento puede transferirse a tocar otros- y, por otro, los distintos instrumentos también abren un enfoque diferente de la música: tocar el piano, por ejemplo, fomenta una comprensión más analítica; cantar favorece la configuración de las frases y la inclusión de la respiración, y aprender un instrumento de cuerda entrena especialmente la escucha. Además, el dominio -al menos básico- de varios instrumentos es increíblemente útil a la hora de tocar con otros, guiar a otros o hacer arreglos.“

Para muchos músicos, sin embargo, hacer música no es sólo divertirse en su tiempo libre. Julian Rocco Lepore tiene 30 años, es productor autónomo, da clases de guitarra y toca la batería en un grupo de rock. Especialmente como autónomo, le resulta económicamente ventajoso ganar dinero no sólo con un instrumento. Pero también ve una ventaja "artesanal" además de la económica:

„Me doy cuenta de las ventajas de poder tocar varios instrumentos, sobre todo en la producción musical. Cuando grabo a un grupo, puedo decirle al batería, por ejemplo, que está tocando demasiado rápido o demasiado en un punto, y puedo decirle al guitarrista que tiene que volver a grabar la otra parte porque hay un error. Sólo te das cuenta de cosas así si conoces los instrumentos, y aunque creas que son sólo detalles, influyen muchísimo en la imagen global de una canción. En mi propio grupo, puedo mostrarle al guitarrista una idea en la guitarra, lo que facilita mucho la composición.“

¡Pruébalo!

Ya sea por trabajo, estudios o afición, siempre merece la pena dedicarse a un segundo o tercer instrumento. Incluso si la primera opción no es el amor de tu vida, no debes abandonar inmediatamente la música. Un desvío hacia nuevos ámbitos instrumentales no sólo puede ser divertido, sino también abrir nuevas perspectivas o reavivar el deseo de tocar el primer instrumento durante muchos años. Por eso, si tienes la oportunidad de probar un nuevo instrumento -aunque sólo sea unos minutos con los amigos o una clase de prueba en una escuela de música-, ¡aprovéchala!

Una amplia gama de modelos económicos para principiantes, clases de prueba, vídeos de Youtube y partituras para el autoaprendizaje facilitan los primeros pasos. Así que, ¿por qué no montas un grupo de punk con tus mejores amigos o cumples el sueño de tu infancia de tener una batería? ¡Atrévete!